Toño cumple siete años y su mamá le regala un conejo de peluche al que ignora, prestando sólo atención a los juguetes con luces, motor y sonidos. Un día Toño coge la gripe y su mamá le da a su conejo de peluche para que le haga compañía. A partir de ese momento, el amor entre los dos será tan grande, que el duende de los juguetes aparecerá y le convertirá en un conejo de verdad.